La Cancha: Sporting Cristal 2 – Alianza Lima 2

Remontar un partido siempre deja cierta alegría en el equipo y en la hinchada. Alegría por que una remontada no sólo devuelve el entusiasmo a la tribuna sino que llena de fe al equipo, y sobre todo por que se evita que el rival celebre a costa nuestra. El empate de hoy, con remontada de Sporting Cristal luego de ir perdiendo 2-0, deja esa alegría. Podría decirse que tuvo sabor a triunfo. Pero eso es todo lo que tiene … sabor.

Lo que si queda claro es que desaprovechar un tiempo entero puede costarnos caro, muy caro.

Cristal desperdició el primer tiempo, se dejó avasallar, cayó en el juego del rival y no pudo desarrollar nada de lo que había mostrado en las últimas fechas. Una total falta de precisión en el mediocampo y una defensa muy abierta fueron los defectos que permitieron a Alianza Lima superarnos en el marcador. Sporting Cristal tenía más tiempo el balón y mostraba un ligero dominio territorial pero el error en el pase hacía rápida la recuperación de balón por el rival quien, aprovechando la velocidad de sus atacantes, nos ponía en problemas con suma facilidad. La defensa cervecera se veía en serios aprietos para detener los intentos aliancistas, especialmente los que salían de los pies de Aguirre y de Montaño.

Una pelota perdida en ataque de Cristal motivaba la salida rápida del visitante y, ante una defensa abierta, se creaba una posibilidad de gol. Este tipo de jugadas se repitieron varias veces hasta que a los 27′ Aguirre pudo capitalizar una. Antes de que pudieran hacerse evidentes las intenciones de igualdad de Sporting Cristal, Montaño convirtió un tiro libre que terminó por hacer desaparecer al equipo. El resto del primer tiempo fue netamente del visitante sin que Cristal pueda encontrarse. Como decíamos, se había perdido innecesariamente todo un tiempo y esto podía costarnos el partido. Incomoda sobre todo por que, si bien el rival mostró un buen juego, los errores de Cristal no fueron provocados por el otro equipo. Cristal se enredó solo y perdía un partido que no tenía que perder.

Felizmente las cosas fueron distintas en la segunda mitad. El equipo dejó la imprecisión en el vestuario y se encontró con un equipo aliancista que había renunciado totalmente al ataque. El ingreso de Fernández por Cominges, que no gravitó en el juego, buscaba darle más consistencia al mediocampo. Fernández ocupó la banda izquierda y el Pinza subió unos metros para apoyar a Lobatón y Razzotti en la contención y la salida. Sin embargo, la recuperación de balón no fue lo eficaz que se necesitaba sino hasta el ingreso de Espejo que ayudó un poco más.

Una defensa totalmente cerrada motivó que Cristal jugara prácticamente en campo del rival y rotara el balón constantemente sin encontrar la clave. A pesar de esto, el juego no estuvo sin sustos. Cada balón que perdía Sporting Cristal daba lugar a un rápido contragolpe de los que un par pudieron tranquilamente terminar en gol. Oportunas intervenciones de un muy buen Heredia evitaron lo que hubiera sido una catástrofe total. Cristal se fue con todo adelante, incluso Villalta y Ramos estuvieron largos minutos jugando como delanteros netos. El rival cumplía con eficiencia tirándose atrás y los minutos pasaban, parecía que las cosas no iban a cambiar.

Pero es en estos momentos difíciles dónde se ve el temple de los equipos grandes. Sporting Cristal pudo desesperarse y empezar a jugar al pelotazo, con lo que sellábamos la derrota. Por el contrario, el equipo intentó mantener alguna calma y siguió buscando abrir la defensa aliancista. Ya algunos balones habían coqueteado con la valla visitante y un pase cruzado nos dio la posibilidad de festejar. El rechazo aliancista fue insuficiente y Villalta pescó el balón y lo puso merced de Carlos Lobatón que, desde el vértice del área grande, lanzó un disparo cruzado sin mucha potencia pero con bastante colocación.

El gol hizo que el partido se abra, Alianza salió timidamente pero el impulso ya era celeste. Minutos después se anuló un gol de Cristal por una posición adelantada que algunas dudas deja. Cristal volvía a jugar como Cristal y al buen oficio de sus jugadores se merece destacar el buen estado físico de los mismos. Mientras los aliancistas acusaban cansancio, el ataque rimense se dio con buen ritmo, parecía que hubiera empezado el partido. A estas alturas era claro que Cristal mostraba ser más equipo, aunque iba perdiendo. Cada ataque, cada corner a favor de Cristal daba lugar a la empatía del equipo con su hinchada. Lobatón levantaba los brazos, exigía aliento y el pueblo celeste empujaba a su equipo. En un estadio con muy buena presencia de público, se notaba una mayor cantidad de hinchas celestes. Mayoría ligera, pero mayoría.

A los 88′ se dio la esperada paridad. Un nuevo corner desde la izquierda permitió que Manuel Tejada, quien ingresó en reemplazo de un Sheput de baja actuación, desviara el balón y motivara la explosión de la mitad norte del Nacional. Un empate logrado a punta de empuje más que de fútbol pero que igual sirve para sumar y mantenernos en la punta del campeonato. Un empate con personalidad, con ganas, con lucha y eso merece celebrarse. No tanto por el punto, que es insuficiente, sino por que se tuvo la personalidad que otros equipos, como este rival de turno, no tienen y por eso marchan entre los coleros. El resto del tiempo se consumió rápidamente sin mayor emoción que un conato de pelea en el medio campo que Carrillo sorteó con dos tarjetas rojas.

Si bien nos mantenemos primeros hay un tema que merece apuntarse por que se viene repitiendo en varios partidos y hasta ahora no le encontramos la vuelta. La recuperación de balón en Sporting Cristal cae principalmente en lo que puede hacer Razzotti. Carlos Lobatón, su compañero en la primera línea, es más necesario en ataque que en defensa y eso causa que en varias ocasiones Cristal recupere el balón muy atrás, muy cerca de su línea de defensa. Y cuando la defensa se encuentra abierta o descolocada, cualquier ataque puede tener peligro de gol. Esa era una de las razones por las que cada ataque aliancista terminaba con un remate al arco y que se arregló recién cuando el ingreso de Espejo reforzó la recuperación celeste.

Ahora que Palacios sigue lesionado, creemos que una opción que el técnico podría probar sería utilizar a Lobatón junto con Sanchez en la línea ofensiva y que Delgado o Espejo acompañen a Razzotti. Quizá de esa forma el equipo gane un poco más de equilibrio y no se vería sorprendido en partidos como el de hoy cuando nos enfrentamos a una ofensiva veloz y habilidosa. Sin embargo, no se puede ser mezquino y hay que reconocer que el técnico Juan Carlos Oblitas leyó muy bien el encuentro, realizando los cambios precisos y logrando los efectos que el equipo necesitaba.

Al final del partido, el equipo se acercó a la tribuna y tanto hinchada como jugadores se aplaudieron. Cristal mostró en este partido su personalidad, su temple de grande, su rebeldía a dejarse ganar fácilmente. Ese temple, ese carácter, es lo que deja conforme. El próximo partido nos toca ir al Callao y nos espera la posibilidad de terminar la primera rueda del campeonato con una buena ventaja respecto al segundo. Hasta hoy ya son tres puntos los que nos separan del segundo y los equipos que vienen atrás se van quedando gracias a resultados que nos terminan favoreciendo. Si seguimos manteniendo el impulso, quizá la proxima vez que nos veamos las caras con los aliancistas, será para dar la vuelta olímpica en su cancha, si no la dimos ya antes.

Alineaciones:

Sporting Cristal: Heredia, Prado, Villalta, Ramos, Hernández (Espejo 75′), Razzotti, Lobatón, Sheput (Tejada 72′), Sánchez, Ximénez y Cominges (Fernández 45′).

DT: Juan Carlos Oblitas.

Goles: Lobatón (73′) y Tejada. (88′)

Amarillas: Fernández (47′), Lobatón (60′), Razzotti (75′), Villalta (92′).

Roja: Espejo (91′).

Alianza Lima: Bologna, Arakaki, Salazar, Reaños, Herrera, Montaño, Jayo, Ciurlizza, Faiffer, Benavides (Manco 70′) y Aguirre (Aparicio 86′).

DT: José Soto Gómez.

Goles: Aguirre (27′) y Montaño (30′).

Amarillas: Faiffer (51′), Salazar (53′), Montaño (87′).

Roja: Reaños (91′).

Árbitro: Víctor Hugo Carrillo (bien).

Estadio Nacional de Lima.